Su motor de 16 cilindros y 1.001 caballos de potencia le permite alcanzar teóricamente los 406 kilómetros por hora, aunque ha sido difícil hallar neumáticos que pudieran soportar tanta potencia y velocidad.
El fabricante ha recibido hasta la fecha 50 pedidos de Estados Unidos, de varios países árabes, de China y Europa. Hasta la fecha han sido producidos once prototipos de este espectacular superdeportivo y se esperan fabricar unas 50 unidades anuales bajo pedido, aunque no saldrán más de 300 en total de la cadena de montaje.
El hogar del Bugatti Veyron 16.4 es en Molsheim-Dorlisheim, la ciudad francesa donde, hace casi 100 años, Ettore Bugatti comenzó a realizar su sueño de ser un fabricante de automóviles.
El nuevo taller no es justamente donde el motor y el vehículo son ensamblados y probados, sino también es el lugar donde los clientes recogen sus Bugatti y los conducen por las calles por primera vez dándole la vuelta a Molsheim. Cabe destacar que sólo el sábado 3 de septiembre de 2005, Bugatti Automóviles S.A.S inauguró el Atelier en Molsheim.
El inspirador del Veyron fue el anterior presidente de Volkswagen, el ingeniero Ferdinand Piech, ahora duramente criticado por el despilfarro de millones en automóviles de escasa utilidad y nula rentabilidad, como el sedán de lujo Volkswagen Phaeton, en desmedro de fomentar modelos de venta masiva. Según el presidente Bugatti, Thomas Bscher, este vehículo nunca será rentable y de lo que se trata es de mantener el prestigio y la marca de estos modelos deportivos.
El motor de aleación W16 desarrollado por Bugatti para el Veyron 16.4, tiene un lugar destacado en la historia de los modelos deportivos. Este diseño emplea el principio VR de ahorro de espacio con dos particularmente delgados bloques de ocho cilindros dispuestos en un ángulo de 90° cada uno. 1001 HP equipan al Bugatti Veyron 16.4 con un nivel de aceleración inaudito en el segmento de los autos deportivos, impulsándolo de 0 a 100 km/h en sólo tres segundos y más allá de la marca de 322 km en 14 segundos.
Gracias a sus 923 lb-pie de torque, la enorme potencia de propulsión no se agota hasta que alcanza los 406 km/h, la máxima velocidad para la cual se ha diseñado el chasis y el tren motor. También única es la potencia de la transmisión vía una innovadora caja de siete velocidades. Sin ninguna interrupción en el flujo de potencia, la caja secuencial de siete velocidades transmite la potencia del motor hacia las ruedas vía tracción total permanente. Explicado de manera sencilla, esto significa una aceleración ininterrumpida desde que se pisa el acelerador, una sensación previamente conocida sólo por los pilotos de jet.
El monocasco de una sola pieza de fibra de carbón, marcó máximos puntos de seguridad en las pruebas de choque, mientras las bolsas de aire dan al conductor y pasajero una protección adicional.
Las llantas de alta velocidad (350 km/h) diseñadas especialmente para el Bugatti Veyron 16.4, en medida 265/68 R 500 A (adelante) y 365/71 R540 A (atrás), incorporan otra característica innovadora de seguridad en la forma del sistema PAX montado en las llantas y neumáticos, asegurando una dirección segura incluso después de una pérdida repentina de presión.
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